[OF] VANISH [16/??] |
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![]() GENERO: Accion, aventura y fantasia. SINOPSIS: Zan es un joven de 15 años que cursa la secundaria cuando un día es asesinado por su mejor amigo Travis como sacrificio en un rito satánico, sin embargo es revivido por una entidad conocida como “el dios sin nombre” bajo la condición de convertirse en un Vanish, así comienza la vida de este adolecente conviviendo entre su lado humano y mágico. NOTA:
Spoiler:
Se que anteriormente habia creado un OF con el mismo nombre (Vanish) pero ahora vuelvo a re-crearlo porque esta es totalmente diferente a la anterior (nuevos personaje, trama, escenario, ect), osea distinta historia pero con el mismo titulo, gracias por leer este mensaje =D.
LISTA DE CAPITULOS
Spoiler:
Aqui se recompilan los capitulos colocados...
VOLUMEN 1: CABALLERO AZUL
CAPITULO 1: EL SACRIFICIO QUE LO COMENZO TODO CAPITULO 2: EL ELEGIDO DE LAS LLAMAS AZULES CAPITULO 3: CONFRONTACIÓN ENTRE LOS CONDENADOS CAPITULO 4: DESPEDIDA TRAGICA CAPITULO 5: PRESAGIO DEMONIACO CAPITULO 6: LOS DEMONIOS CONTRAATACAN CAPITULO 7: LA BRUJA WINGE CAPITULO 8: ALMA UNICA CAPITULO 9: EL VUELO DE HYPERION CAPITULO 10: EL CABALLERO AZUL VOLUMEN 2: SANGRE RESURGENTE
CAPITULO 11: EL VAMPIRO DE DEYEWAN CAPITULO 12: EL PORTADOR DEL DECIMO SEGUNDO DON CAPITULO 13: MARCA DE SANGRE CAPITULO 14: EL AVANCE DEL MALDITO CAPITULO 15: LOS PRINCIPIOS DE LA MAGIA CAPITULO 16: ESCUADRON “D” Actualizando... CAPITULO 1 EL SACRIFICIO QUE LO COMENZO TODO
Spoiler:
La magia realmente existe como una enigmática fuerza manipulada por la voluntad de aquellos capaces de emplearla, pero la magia no es la única existencia fuera de lo normal, existen otras especies y razas aparte de la humana. Minotauros, dragones, demonios, bestias inteligentes y un sinfín de incontables seres fabulosos que han convivido en el mismo suelo y cielo que el hombre.
En los tiempos antaño de espadas y héroes han surgido incontables enfrentamientos entre ellos donde la humanidad al ser la especie más débil tanto física como mágica era considerada por la mayoría como “seres inferiores”. Tantas aldeas como ciudades que terminaban volviéndose una zona de guerra, los humanos pasaban a decorar el campo de batalla como cadáveres a montón, pues su misma existencia solo era menos que basura para el resto de los impartían el talento de la magia, tan atroz fue este balance discriminatorio de poder hasta que “él” apareció. Como una entidad que surcaba los cielos con dos pares de alas, tenía orejas puntiagudas y un largo cabello blanco cuya cara cubría con una máscara del mismo color, era un dios “sin nombre” que descendió hasta el suelo presentándose ante la humanidad. —“¡Es injusto, totalmente injusto!, este juego sucio por parte de las otras criaturas, así que equilibraremos un poco la balanza” –Cito con los brazos en alto. Juntando sus manos desato un destello que al abrirlas invoco 12 esferas de luz las cuales eligieron al azar a doce humanos ordinarios que recibían un “don” con extraordinarios poderes mágicos capaces de ponerse encima a los enemigos de la humanidad, se convirtieron en los salvadores de su especie y fue que a estos elegidos se les llamo como “Vanish” y de su nacer marcaron tantas leyendas en sus nombres. Sin embargo pese a que las Vanish eran poderosos, el concepto de la muerte seguía a ligado a cada uno de ellos y al morir la esencia mágica en su alma que albergaba el poder era traspasado a otro humano al azar heredando su “don” designado… Ciudad de Deyewan – Estados Unidos… 10 de Junio del 2014, nuestra historia comienza en esta fecha en una ciudad de América del norte en la entrada a una escuela de preparatoria, donde estaba sentado sobre su pupitre de siempre vestido con el uniforme escolar de la institución, mirando de manera pensativa hacia arriba y con las manos en la nuca, era ese chico de ojos azules, cabellera negra y 1,70 metro de altura, tenía 15 años y como a la mayoría de su edad vivía una vida aburrida y normal como todo adolescente de secundaria. — ¡Hey Zan, ojos al frente! –Le llamo otro chico chasqueando sus dedos pocos centímetros de sus ojos. Zan V. Rittono, era hijo único de una familia con ascendencia europea y quien chasqueaba los dedos buscando su atención era Travis McCain su mejor amigo, tanto de la infancia como el primero en tener, las características mas peculiar de Travis era una personalidad hiperactiva y un cabello negro con un flequillo puntiagudo en la parte de delante de la cabellera. — ¿Qué quieres Travis? –Pregunto bostezando Zan. — ¡Ya llegó, ya llegó, finalmente llegó! –Decía su amigo todo emocionado que incluso giro de alegría. —En serio, ¿por qué desperdicias tu dinero en ese tipo de basura?. En sus manos Travis ponía sobre la mesa de su amigo, una tabla Ouija conservado en un recipiente de plástico a prueba de agua. — ¡Después de tanta espera, finalmente en mis manos la única, inigualable, esplendida, absoluta, inquebrantable, increíble tabla Ouija del maestro del ocultismo Zephyros! –Anunciaba en un tono más que exagerado la tabla que tanto anhelaba. — ¿Sabes que se puede conseguir una de esas a la vuelta de donde vivo? –Le dijo su amigo de ojos azules. — ¡Pero Zan, esta tabla esta autografiada por el gran maestro del misterio y ocultismo, el injuzgable maestro Zephyros!. —Sí, me dijiste eso como unas cien veces ayer y unas cincuentas hoy. — ¿Entonces vendrás?, recuerda que lo prometiste. —De acuerdo, iré a acompañarte a esa tonta sección de Ouija para que la pruebes. Travis salto de la alegría con la respuesta de su amigo. De salida a clases él se adelanto para ir primero “al lugar de la sección”, como costumbre Zan caminaba sin apuro, a su paso iba al sitio que habían acordado reunirse, en su camino paso por una calle desolada de gente donde solo se encontraba un enigmático hombre de barba blanca vestido con una túnica marrón que le cubría de pie a cabeza, escondiendo su rostro con una capucha pero deslumbrando una inquietante sonrisa, aquel hombre tenía un pequeño puesto en la calle como adivino. —Tú, el muchacho serio y aburrido –Dijo señalando a Zan. — ¿Perdón? –Le contesto el chico molesto por la “descripción” que le hizo. —Veo un futuro acechando en las líneas de tu destino, uno imposible de “alterar” sin prevenir cambios desastrosos, un evento que cambiara tu forma de vida para siempre. —Sí, si lo que diga, no estoy interesado en la adivinanzas, gracias pero no pagare por su “visión” de mi vida futura. —Espera muchacho, lo que quiero decir es que quiero leer tu futuro y descuida no te cobrare, esto va por la casa, jejeje… Aun tras su incomoda risa Zan a modo de no despreciar su oferta acepto la lectura de su futuro, el hombre con unas arrugadas manos las coloco sobre la palma derecha del muchacho describiendo su lectura como “interesante”. —¿Y que ve?. —Veo… un evento que cambiara su vida para siempre. — ¡Eso ya me lo dijo incluso antes de hacer la lectura! –Reclamo molesto el chico —Como sea gracias de todos modos por la sección gratis, supongo. —Jejeje que tenga un buen día joven, su ultimo y “normal” día. — ¿Qué quiso decir con eso ultimo? –Se pregunto el chico en sus pensamientos. Tras su encuentro con el adivino, Zan llega al lugar acordado con Travis, un estacionamiento casi en desuso sin un solo auto en el gran espacio que tenia, lucia como si hubiera sido abandonado por años y todo causado por rumores que apuntan a que en este mismo sitio se comentaba sobre extraños sucesos paranormales desde vehículos que al ser estacionados allí terminaban en un lugar diferente al cual estaba sin presentar señal alguna de vandalismo e incluso sobre voces que susurraba en la oscuridad. —Este sitio es perfecto –Dijo Travis todo sonriente tras colocar la tabla Ouija sobre el suelo. —Terminemos con esto Travis, tengo tarea que hacer –Dijo Zan rascándose la cabeza. —Zan, eres mi mejor amigo, ¿no?. —¿Qué clase de pregunta es esa?. —Pero lo eres, ¿no?, mi gran amigo de la infancia, mi secuaz inseparable en las buenas y las malas. —No sé a dónde quieres llegar con tu raro discurso pero si, somos amigos Travis, desde que éramos niños. Fue entonces que su amigo Travis que le hablaba de espaldas, volteo para mostrar una mirada que denotaba una sonrisa que mezclaba alegría extrema y un tétrico tono psicopática. —Oye, que cara de miedo que pones –Opino Zan. Enseguida Travis comenzó a reír y sus carcajadas se hicieron fuertes y demenciales como si un enfermo mental se riera frente a Zan. — ¿¡Oye, Travis porque te ríes de esa manera!? –Le pregunto Él. —Gracias, amigo… -Le contesto él mirándole de frente con unos diminutos colmillos sobresalir de su boca y unos pequeños cuernos sobre su cabeza. Los rasgos demoniacos de Travis sorprende a Zan poniéndolo nervioso y enseguida una docena de muchachos algunos cercanos a su edad y otros mayores se aparecieron rodeándole, todos ellos vestían una túnica negra con un cráneo con colmillos pegado al pecho como emblema personal dándoles las semejanza de parecer una especie de culto diabólico y por si fuera poco sobre la tabla Ouija surge de manera sobrenatural un pentagrama negro con runas antiguas en su borde que llevaba grabado en el centro la imagen de una criatura demoniaca de largos cuernos y orejas puntiagudas. — ¿¡Que… que está pasando!? –Se preguntaba confuso el muchacho de ojos azules. Los sujetos vestidos de túnicas tomaron a Zan por la fuerza y lo amarraron contra el suelo colocándolo en el centro del pentagrama. — ¡Travis, si esto es una de tus bromas pesadas, ya no es gracioso, para de una vez! –Le dijo Zan todo furioso y a la vez asustado. Travis camino hacia donde estaba su amigo colocándose a su lado, poniendo su mano sobre sus mejillas y acercando su rostro al suyo. —Gracias, mi querido amigo del alma, por ti hoy por fin ascenderé y me convertiré en un autentico demonio –Decía él entre lagrimas sonriendo y riendo como un demente. — ¿Qué… que quieres decir?, oye Travis en serio ya basta… si paras ahora no me enojare –Le decía Zan aun más inquieto. —En verdad realmente te lo agradezco, pues te convertirás en la ofrenda que requiero para ofrecer para mi señor “Lecius” y entonces… ¡finalmente pasare a ser un demonio autentico como el pacto lo dicta!. De su espalda desenfundo una daga de toque ceremonial que tenia grabado unos dibujos en la empuñadura representando a una figura que retracta a una persona con cuernos apuñalando a otra normal. — ¡Travis, en serio basta maldita sea… BASTA! –Exclama de manera desesperante el muchacho. —Adiós, amigo. Fueron sus últimas palabras que dedico a su fiel amigo los acompaño con una amarga sonrisa y enseguida con la daga que sostenía apuñalo una y otra vez el pecho de Zan. Al detenerse, Travis extrae del cuerpo sin vida del chico una esfera blanca de energía circular del tamaño una pelota de golf, era el alma de Zan siendo sostenidas en manos de su asesino su mejor amigo de la infancia. —Finalmente, ¡tengo la ofrenda para mi señor!, el alma de mi mejor amigo. En silencio se marcha con sus acompañantes de túnicas negras dejando el cuerpo inerte de vida en el lugar, a los pocos minutos pasos se oyen por el estacionamiento que se acercaban al cadáver del muchacho, era el adivino que había leído el “futuro” de Zan apareciendo repentinamente a escenas después de haberse llevado tal macabro suceso. —Oh pero que tragedia tan horrible, no tanto como lo fue de Edipo, pero al final fue inevitable, ¿no? –Murmuraba el adivino entre risas. Zan abrió sus ojos encontrándose flotar en una oscuridad infinita con un cuerpo trasparente como el de un fantasma, cuando frente a él una figura apareció, se trataba un ser que tenía dos pares de alas una blanca y la otra negra, un par de orejas puntiagudas y una máscara blanca impresa con un rostro sonriente que cubría su cara, vestía extrañas vestiduras multicolor que le daban el aspecto de un noble de tiempos antiguos. Aquel ser envolvió al chico en sus alas sujetándolo con suavidad. —“Pobre chico, terminar de una manera tan dolorosas y por la persona en que mas confiabas en su vida” –Le hablaba aquella entidad. — ¿Quién… es usted? –Preguntó él. —“Un viejo dios sin nombre que viene a concederte una nueva vida, te escojo para aceptar mi regalo y ser mi Vanish”. Una esfera de luz surge en las manos de aquel ser entrando en el interior del chico, enseguida todo su cuerpo es rodeado por un aura blanca de energía haciendo que su apariencia fantasmagórico desapareciera y recobrara su aspecto físico normal. En el plano real, el cuerpo sin vida del muchacho comienza a emitir la misma energía y acto seguido es rodeado de llamas azules que lo cubren por completo, aquellas misteriosas llamas desaparecen de repente revelando curar sus heridas fatales y despertando a Zan el cual regresa a la vida confundido ante la anormal situación experimentada. — ¿Qué… me paso?. Continuará… ![]() |
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Mitad weon, mitad spamer![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() |
Espera, no habias subido ya esta historia al foro?
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Killdiegox: Lo mismo espero yo
![]() CAPITULO 2 EL ELEGIDO DE LAS LLAMAS AZULES
Spoiler:
En un estacionamiento casi abandonado, un ritual oscuro de sacrificio fue llevado, la vida de Zan V. Rittono es usurpada así como también restaurada por una misteriosa entidad “sin nombre”.
—¿Qué me paso?. Confuso, mira su uniforme escolar estropeado, la camisa blanca con corbata que componía la vestimenta estaba rasgada con un agujero causado por un arma filosa y además de estar manchado de sangre a montón la cual era suya. —No es posible… Con una mano en su cabeza y negando los hechos, el muchacho recuerda los atroces momentos de su “muerte”, apuñalado a manera traicionera por su mejor amigo de la infancia Travis McCain. Unos pasos se oyeron en el lugar que venían de un hombre que vestía una camisa hawaiana color azul con dibujos de varias palmeras en ella, pantalones largos negros, tenía un largo cabello marrón oscuro, una pequeña barbilla del mismo color en su mentón y llevaba en la mano derecha en su dedo anular un anillo plateado. —Señor Izis –Pronuncio Zan reconociendo de inmediato aquel hombre. Izis Kern, un hombre cercano a los 50 años pero cuyo aspecto aparenta 30, amante a morir de los churros y dueño de un negocio que sirve variados platillos de dicha comida. —Iba de paso para comprar ingredientes para hacer mis famosos churros rellenos, cuando te vi entrar por aquí, ¿qué fue lo que te paso?, ¿acaso te metiste en una pelea? –Pregunto el hombre. Zan pensaba que si le contara lo ocurrido no le creería, hasta incluso podría llegar creer que había enloquecido o soñado todo. —Nada importante, fue una simple riña como usted dice señor Izis –Le contesto el muchacho como excusa. — ¿Necesitas un aventón?, puedo llevarte a casa. —No, está bien, puedo ir por mi cuenta, agradezco su oferta. — ¿Realmente estas bien?, te noto pálido. —Estoy… bien, no se preocupe. Zan se marcho con una falsa sonrisa en su rostro para calmar las inquietudes del adulto, Izis observo fijamente el suelo donde se llevo a cabo el sacrificio. —Que pésimo mientes chico, con solo ver ese “circulo de sacrificio” en el suelo es obvio que nada “bien” estas, entonces… ¿el realmente se convirtió en uno?. En su mirada los ojos de aquel hombre exponían conocer la sobrenatural condición de Zan. El muchacho se encamino rumbo hacia su casa, el sol comenzaba a ocultarse y en su regreso se topo con extraños sucesos. —¿Qué… estoy viendo?. Ante la duda, el chico observo lo que parecía ser un grupo de tres hombres con rasgos inhumanos el primero aborda una imagen de demonio con unos cuernos pegados a la cabeza y acompañado de una cola puntiaguda con colmillo sobresalir de su boca, el segundo tenían una cola peluda como al de un animal y una mandíbula canina en un rostro humano y el tercero poseía un pequeño cuerno triangular en la frente con orejas de proporciones exageradas y una nariz con tres orificios nasales. Los tres individuos inhumanos percibieron la mirada del muchacho. — ¿Qué miras niño? –Le pregunto el hombre con pinta de demonio. El chico estaba sin habla, ante él había tres seres no humanos, se pregunta a sí mismo el porqué empezaba a ver cosas semejantes. —Oye, creo que este chico puede ver bajo nuestro “disfraz” –Dijo el ser con mandíbula canina. —Ahora lo noto, no es un mocoso ordinario, en su cuerpo fluye energía mágica –Dijo el tercero con las orejas grandes. Entonces el hombre con la cola puntiaguda se acerco al chico tomándolo del cuello y mirándolo a los ojos. —Puedo sentirlo… la presencia mágica que fluye dentro del chico… -Decía el hombre demoniaco —¡No es posible, es un Vanish!. Al exclamar tal oración el sujeto soltó a Zan y retrocedió asustado, los otros dos al escuchar la palabra “Vanish” expresaron el mismo temor, el muchacho no entendía que pasaba simplemente aprovecho la oportunidad y se echo a correr sin parar alejándose de ellos. — ¿Qué está pasando?, ¿qué son ellos y que quiso decir con “Vanish”? –Se preguntaba a sí mismo con la duda acechándole. No es la primera vez que escucho esa palabra, aquel ser angelical que vio al “morir” también lo dijo. “Y ser mi Vanish” –Eran las últimas palabras de aquel supuesto dios sin nombre. El muchacho se detuvo fatigado bajo la luz de un poste, había corrido tanto que el sol se había ocultado por completo y lo único que cruzaba en su mente de momento era regresar a la comodidad y seguridad de su hogar. Continuo tras recuperar su aliento mirando hacia atrás temeroso por volver a encontrar con aquellos tres individuos. —Ya estoy cerca… solo una cuantas cuadras más –Se decía en su mente con alivio al saber que pronto llegaría. Cuando enseguida algo se aparece desde el aire descendiendo a unos pocos metros frente suyo, levantando en consecuencia de su impacto una cortina de polvo, al deshacerse dicha cortina ese “algo” se revela como un ser no humano de un aspecto similar a un trol, media casi tres metros de alto de un cuerpo con obesidad mórbida, una piel grasosa verde, un pequeño cuerno triangular en la frente, orejas de proporciones exageradas y una nariz de tres orificios, cargaba en sus manos un garrote de un metro. —Esa nariz y ese cuerno, ¿acaso es su verdadera forma…? –Se preguntaba el chico aterrado recordándole a uno de los tres hombres. Un segundo apareció a su derecha a unos 5 metros de distancia, se mostraba como un perro-humanoide de canoso y mugriento pelaje. —Sí que nos hiciste trabajar demasiado, mocoso –Dijo con un tono burlón un tercero —Pero es nuestro día de suerte, no todos los días nos topamos con un “recién renacido”. Apareciendo a sus espaldas a tan solo 10 metros suyo, era el hombre de cuernos en la cabeza y cola puntiaguda, en su verdadera forma su piel era más bronceada y sobre sus ojos tenia marcado unas líneas rojas, acompañado de iris inhumano. — ¿Lo tienes? –Le pregunto el demonio de cola puntiaguda a su compañero perruno. —Si –Contesto este relevando en sus manos un cubo de arcilla que tenia grabados palabras en un idioma antiguo desconocido. —Recuerden, cuando el chico muera mantén el cubo cerca de su cuerpo y debemos hacerlo rápido. —Lo entiendo, no tienes que repetirme todo no tengo el cerebro de un perro. El temor de Zan crecía, al escuchar “muera” comprendió las intenciones de los seres, entonces noto el brusco movimiento del trol con su garrote contra él, salto hacia atrás a tiempo evadiendo el golpe. —Si eso me hubiese dado… podría haber muerto –Decía el muchacho en sus pensamientos. —Está empezando a darse cuenta –Pensaba el demonio de cola puntiaguda. El movimiento que el trol había ejecutado era más rápido que los reflejos humanos, pero aun así el joven fue capaz de evadirlo como una cucaracha evitando ser pisado. — ¡Maldición, tenemos que matarlo rápido! –Exclamo el demonio a sus compañeros. De su mano hizo aparece una bola de fuego a la cual por consiguiente lanzo al muchacho, quien logro esquivarla lanzándole al suelo y vio el ardiente proyectil dar contra la pared de una casa destruyendo casi toda la estructura. Se levanto rápido solo para ser pateado por el trol quien del golpeo lo envió hasta darse contra una cerca de concreto. — ¡Idiota, asegúrate de darles golpes sin mandarlo lejos, debemos matarlo a una distancia prudente del cubo! –Le reclamo el demonio de cola puntiaguda al trol. —Lo siento mucho –Se disculpo este apenado. El chico habría sobrevivido por imposible que pareciera, era un milagro pues aquella patada habría matado a una persona ordinario, quedo confirmado por él mismo tras recibir tal golpe una confusión escrupulosa acerca de su humanidad. — ¿Realmente soy humano? –Se pregunto en voz baja. —Claro que eres humano pero a la vez un Vanish –Le contesto el monstruoso perro humanoide. — ¿Qué es eso… que es un Vanish?, no lo entiendo –Le dijo el muchacho exigiéndole una respuesta más clara. — ¡Estúpido, no le digas más de la cuenta! –Le ordeno el demonio de cola puntiaguda —Lo menos que queremos es que termine averiguando de más, ¡acaba con él!. Le dicto aquella orden al trol, este acercándose a Zan se limito a usar sus manos y agarrarlo del cuello para estrangularlo, de esa manera el perro-humanoide se le acerco con el cubo consigo y el líder de entre los tres reía ansioso esperando el momento en que el muchacho dejase de respirar. —Ayuda… por favor… -Suplicaba el chico por ser socorrido. —Es inútil pedir ayuda, he levantado una barrera mágica para que nadie interfiera, grita todo lo que quiera si es que puedes, nadie vendrá a ayudarte –Le comento el demonio de cola puntiaguda riéndose maléficamente. Sentía que la vida expiraba ante sus ojos, su visión se tornaba borrosa diciéndose a sí mismo “entonces voy a morir… otra vez”, pero recordó a esa persona, a quien una vez fue su mejor amigo, Travis McCain. Sus labios casi ausente de aire pronunciaron su nombre y en su mente variados recuerdo en relación a su previa muerte surgieron, recordando la locura abordada entre risas demenciales de su amigo y finalmente el apuñalamiento, fueron estos perturbadores fragmentos de memoria lo que incito a darle motivos que levantaron su moral y razones para vivir, poniendo sus manos sobre el brazo del trol con el simple intento de liberarse, el demonio de cola puntiaguda se echaba a carcajadas ante sus intenciones por sobrevivir. Por consiguiente, su miedo e inquietud se convirtieron en la fortaleza que le hizo invocar desde sus manos de manera inconsciente llamas azules que alcanzaron todo el brazo del trol con el que estrangulaba al muchacho. El intenso dolor del inusual fuego fue más que suficiente para hacer que el obeso monstruo le soltase, este intento apagarlas pero lo único que consiguió fue hacer que se extendiera por todo el resto de su cuerpo siendo consumido por autenticas llamas azules que no producían humo alguno. — ¡Esas llamas… su poder de Vanish! –Exclamaba el perro-humanoide aterrado. El chico respirando de manera agitada siente un profundo cansancio repentino, cayendo al suelo enseguida y con sus ojos poco a poco cerrándose. —Tres “Demi” adultos metiéndose con un chico de secundaria, ¿es que no tienen vergüenza alguna? –Dijo un hombre acercándose a escena. Inesperadamente un rostro conocido aparece al lugar, era Izis Kern quien con toda calma se acercaba a los monstruos que tenía pocos metros suyos. — ¿Cómo es que un humano pudo atravesar mi barrera? –Pregunto el demonio de cola puntiaguda en voz alta. — ¿Llamas eso que hiciste una barrera?, eh conocido a tantos demonios de bajo nivel que hacen mejores obras de arte que eso –Contesto Sarcásticamente el hombre de la camiseta hawaiana. —Grrr… maldito humano, ¿eres un mago acaso?. —No razonas tan lento, te diste cuenta al menos lo que soy. Entre los últimos segundos en que la consciencia de Zan estaba presente pudo ver a Izis convertir su anillo plateado en un estoque como por arte de magia. Al despertar el chico se encontró en brazos del hombre de camisa hawaiana quien lo recostó despacio sobre un sofá, el muchacho espabilándose observa a su alrededor viendo que se encontraba en casa del mismo Izis, en un living de finas paredes color marrón claro. — ¿Qué paso?, ¿qué ocurrió con esos monstruos?, ¿realmente es usted señor Izis? –Le pregunto el muchacho muy confundido. —Calma chico, una pregunta a la vez que no soy tan rápido hablando –Le contesto Izis —Para empezar como ves estamos en mi casa, de las criaturas con la que te topaste no tienes que preocuparte ya me encargue de ellos y en cuanto a si soy yo, pues claro, ¿a cuánto conoces que sirvan unos buenos churros en todo Deyewan?. El hombre respondía a sus preguntas con gestos cómicos y unos churros servidos en una bandeja, el chico se sentía aliviado pues era el Izis que conocía desde pequeño, pero había algo de él que nunca había visto, aquel hombre que empuñaba el arma creada sobrenaturalmente, no dudo y le pregunto sobre lo ocurrido. —No es de extrañar a que estas alturas del partido estés sumamente confuso con todo esto –Le dijo Izis. —Señor Izis, ¿qué rayos soy yo? –Le pregunto Zan. —Tú eres tú y a la vez un Vanish. —No eh parado de oír esa palabra todo este día, ¿qué es un Vanish?, ¿qué es lo que soy exactamente?. —Pues toma asiento que va a ser una larga explicación. —Preferiría la versión corta si es posible. —De acuerdo, para hacerla corta… eres un humano que ha sido elegido por un dios sin nombre con el fin de portar un “don” de grandes poderes mágicos, en resumen eso es un Vanish. — ¿Ah?... ¿¡QUE!?. Continuará… ![]() |
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CAPITULO 3 CONFRONTACIÓN ENTRE LOS CONDENADOS
Spoiler:
Los Vanish son humanos elegidos por el dios sin nombre “Nameless”, cada selecto recibe un don particular que consta de una habilidad mágica, siendo 12 los Vanish en total y 12 los dones repartidos entre ellos…
“El octavo don; llamas del purgatorio, este fuego azul recibe su nombre de una vieja leyenda relacionada con el “más allá”, relata que al morir el alma del difunto es juzgado en una zona oscura llamado “purgatorio” por unas llamaradas azules, dependiendo de las acciones que haya tenido en vida el alma juzgada; si en el las buenas acciones predominan el fuego purificada su espíritu para alcanzar el descanso eterno, en caso contrario las llamas quemarían al juzgado en un agonizante dolor hasta ser reducido a cenizas y enviarlo al infierno, existe también una teoría sobre un tercer resultado en el que el juzgado empata en sus acciones buenas y malas, lo que por ende tiene como efecto que el alma sea quemado sin dolor hasta volverse cenizas y por siguiente reencarnar.” Fueron las explicaciones que Izis dio a Zan en cuanto a lo que era. —Entonces ese dios o lo que sea… ¿simplemente me escogió al azar? –Pregunto el chico. —Sí, nadie sabe en que se basa para escoger, solo que todos los seleccionados tienen en común el haber sido son humanos ordinarios y que la mayoría terminan convirtiéndose en Vanish al ser expuestos en situaciones de vida o muerte, por lo general en donde el individuo se encuentra casi muerto en su totalidad –Contesto Izis. —¿Existe alguna forma de volver a la normalidad?, ¿de regresar a ser un humano normal?. —Nunca ha habido un caso de alguien que haya vuelto a ser como antes después de recibir su estatus de Vanish, lo siento pero hasta donde se no la hay, sin embargo desde ahora debes tener más cuidado –Le sugirió el hombre de camisa hawaiana tomando asiento —Esos “demis” que te atacaron iban por tu alma la cual ahora es la de un Vanish —¿Demis?. —Demi es el termino que usamos para referirnos a criaturas no humanas, ahora debes saber que así como existe el tráfico de armas, drogas y personas por parte del mundo “normal”, en la otra cara de la magia esta el trafico de almas y el alma de un Vanish tiene un valor incalculable, los que te atacaron se dieron cuenta de que eras un “recién renacido” alguien que acaba de convertirse en uno y es por defecto inconsciente de sus poderes mágicos, querían aprovechar la situación para tomar lo que era valioso de ti. Izis coloco sobre la mesa el artefacto el cubo de arcilla con grabados en un idioma desconocida de pinta antigua que llevaban consigo los demis, el mago explico que aquel instrumento se habría usado para extirpar el alma del muchacho en caso de haber sido asesinados por ellos. — ¿Algo hecho de arcilla iba a llevarse mi alma?, que feo suena -Opino el muchacho con cierta incredulidad —Incluso a mi me cuesta creer que un contenedor de alma como este pudiera llegar a soportar la de un Vanish –Comento Izis. —Este contenedor parece de mala calidad y el sello grabado en las palabras mágicas no parecen tener mucho poder que digamos, hasta es más podría decir que es una mala imitación de un autentico contenedor de alma, pero aun así no deja de ser un objeto peligroso. —Señor Izis, ¿Cómo es que sabe todo esto?. Era una pregunta a la que el hombre era consciente de que tarde o temprano tendría que contestar, aun después de años de ocultárselo al chico que desde pequeño lo conocía, jamás pensó que un escenario como este sucedería, quizás de manera ligera lo imagino pero nunca creyó en que se volvería real. —Eso es porque soy un mago –Respondió Izis. Los magos son humanos con el talento de manipular la energía mágica, tal capacidad puede ser adquirida de nacimiento o en su defecto por personas ordinarias por algún medio imprevisto, siendo lo segundo presentar casos por resultados desagradables e incluso traumáticos. —La magia es una fuerza mística y enigmática de la propia naturaleza capaz de ser manejada a voluntad, algunos la consideraban como la manifestación encarnada del mismo espíritu, pero podríamos suponer que el alma en si es como el “motor” que sirve como el medio para controlarla, al menos es la teoría en que yo creo que es la magia –Explico Izis. Fue desde este punto que Zan se abrió ante los conocimientos básico de lo oculto, la existencia de la magia y los demis, tras la breve charla acerca de esta nueva perspectiva del mundo, Izis le comento que de momento evitara acercarse a todo elemento de procedencia sospechosa, ya que alguien podría estar tras su vida por el simple hecho de ser un Vanish, dejando entendido que tarde o temprano deberá domar los poderes que se le fue concedido. —Si quieres puedes quedarte a dormir aquí esta noche –Le recomendó Izis. —Se lo agradezco señor Izis pero preferiría estar en mi casa, tengo mucho en que pensar –Le contesto él. —Entiendo, en ese caso ve con cuidado, incluso ahora afuera será más peligroso para ti. Izis Kern vivía en un departamento a unas cuantas cuadras cerca de la casa de Zan, por lo que el muchacho no tardo tanto en llegar a la suya, su hogar consistía en una casa de dos pisos, al entrar se dirigió al baño para una ducha rápida, para después cenar y finalizar con ir a su cuarto. Desde su llegada no ha habido ni un solo saludo como “hola” o “buenas noches”, eso se debía porque aquel joven de ojos celeste vivía solo a causa del trabajo de su padre a distancia por asuntos empresariales, lo que resultara que rara vez este estuviera en casa. El chico desde su habitación observo el retrato de su madre que tenía en un cuadro, la cual nunca llego a conocerla dado que al momento de nacer ella pereció, lo que denota una anécdota de una vida diaria casi solitario todos los días de regreso a casa. —Travis… -Pronuncio el chico recordando a su asesino con cierta frustración. Mañana seria miércoles, por lo que habría clases, por su cabeza se le cruzo sin pensarlo la idea de asistir por razones personales. Había llegado la mañana siguiente, el muchacho despertó, se lavo la cara, desayuno y vistió su uniforme escolar como lo hacía siempre a la hora acordada para ir a la escuela, caminando por las calles lo que ayer era un Zan impactado y acobardado ante experiencia inusuales a su nueva vida mezclado con lo sobrenatural, hoy pese a conocer su estado como Vanish mantenía la compostura del chico con la misma actitud calmada de siempre o quizás resguardando las verdadera inquietud de lo que le esperaba que ocurriría al llegar para encontrarse cara a cara con dicha persona, tenía el presentimiento que allí lo encontraría sin dudar. En el salón “A” de primer año de la secundaria donde Zan asistía, el profesor se encontraba tomando asistencia a los estudiantes presentes. —Travis McCain –Nombro el profesor. —Presente –Contesto este. —Zan Rittono –Cito por siguiente él hombre educador. Sin embargo no hubo respuesta ya que no estaba allí, algo que sorprendió incluso al profesor pues para él, Zan era un estudiante que rara veces faltaba. —Lo siento profesor, pero digamos que Zan está algo “indispuesto” como para asistir a clases… por siempre –Decía Travis en sus pensamientos con una leve sonrisa maliciosa disimulada. Hasta que a última hora la puerta del salón se abre y se escucha decir “Presente” ante el nombre mencionado de la persona que se creía ausente, era la entrada de Zan quien al llegar se disculpa con el profesor por su tardanza y toma asiento en su lugar de siempre. —No… no es cierto –Pensaba Travis conmocionado en sus pensamientos. Estaba horrorizado, ignorante ante lo que sus ojos veían, la persona a la cual había apuñalado y asesinado con sus propias manos, estaba allí mismo sentado sobre su lugar de siempre, en la misma clase que él, se daba la idea que podría tratarse de una mala broma o una delirante alucinación producto de su subconsciente, pero la realidad carcomía su sentido común. Esperando la hora a que la campana sonara, Travis sale del salón alejándose de Zan, el muchacho al ver a su “mejor amigo” salir decide seguirlo teniendo una idea de a dónde iba. La escuela secundaria a la cual asistía constaba de tres pisos, su salón estaba en el primero, por lo que el chico subió escaleras para llegar a la azotea del edificio en donde se encontró al mismo Travis de espalda esperando mientras observaba en el borde los alrededores. —Travis, o más bien… ¿cómo debería llamarte ahora?. La pregunta de Zan hizo que su amigo Travis comenzara a reírse de manera chiflada, hasta darse la vuelta y mirarle de frente. — ¡En verdad eres tú!, en verdad eres tú… -Decía él con una sonrisa forzada que poco a poco cambiaba por un gesto lleno de pura malicia y odio —¡¡EN VERDAD ERES TÚ!!... Continuará… ![]() |
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No le habia puesto mucha atencion a este post, ahora si, jajaja, gracias esperando el 4to capitulo... saludos...
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Super Lustful![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() |
Herman: Grax por pasar y comentar =).
CAPITULO 4 DESPEDIDA TRAGICA
Spoiler:
Fue asesinado por su mejor amigo, revivido por una misteriosa entidad y ahora de frente se reencuentra con su “asesino” que conoce desde niño.
—En verdad eres tú -Decía Travis con un gesto proporcionado de tanta frustración. —Iré al grano, solo dime; ¿por qué lo hiciste? –Le pregunto Zan con suma seriedad. —Jejeje, “¿por qué?”, “¿por qué para anhelar felicidad hay que aspirar a algo?”, “¿por qué las personas no son feliz con lo que tienen y pueden perder?”. —Deja la charlatanería innecesaria, contesta mi pregunta. —Si te dijera que todo este tiempo desde la primera vez que nos conocimos, ese día en que nos hicimos amigos, todo lo resultado hasta ahora, ¿era con el fin de que llegara este día?. — ¿Qué?... —“Sacrifica a tu mejor amigo” ese era el trato que el maestro Lecius me dio como condición para convertirme en un demonio. Un poder mágico irradia a manera de un aura en el cuerpo de Travis acompañado de leves corrientes de aire relevando su verdadero aspecto, unos pequeños cuernos en la cabeza, unos colmillos sobresalir de su boca, y una cola negra puntiaguda y una marca en el hombro con la forma del numero romano “I” grabado en el. — ¡Todo con el fin de convertirme en lo que ves! –Exclamo con los brazos extendido mostrándose tal cual era. —En verdad lo hiciste, te convertiste en un autentico demonio, no solo físicamente –Comento Zan. — ¡Cierto muy cierto!, ahora que hemos aclarado este punto, ahora te toca contestar… ¿quién demonio eres?. La pregunta formulada por quien alguna vez fue su mejor amigo, hizo que Zan entendiera sobre las dudas de Travis tenia de su “regreso de la muerte”. —Me cuesta creer que realmente hayas vuelto a la vida –Decía el adolecente endemoniado —Te mate con mis propias manos y además tome tu alma, ¡no tiene sentido!, ¿¡como regresaste a la vida sin tu alma!?. —Quien sabe –Le contesto a manera provocativa su “amigo”. —Jejeje, en verdad eres un amigo terrible, escondiéndome secretos tan viles. —No eres el más indicado para sermonearme sobre el tema. —Bueno, da igual, tan solo tengo que volver a hacerlo. — ¿”Volver a hacerlo”?. Con una velocidad inhumana, Travis se ubica a espaldas de Zan y lo apuñala con una mano cuyas uñas parecían garras. — ¿No es obvio?, ¡volver a matarte! –Le aclaro Travis riéndose por consiguiente. Zan cerró el puño de su mano derecha y acto seguido le propino un puñetazo en el rostro a Travis cuya fuerza le hizo retroceder unos pocos metros. —Auch… eso dolió -Dijo Travis frotándose el rostro —Así que tu “resurrección” te dio ciertas cualidades sobrehumanas. El chico demonio noto como la herida que dejo en Zan comenzaba lentamente a cerrarse para evitar hemorragia. —Ya en serio, ¿acaso también te volviste un demonio?, para nada eres un humano –Le dijo él abierto a la duda. —No lo soy y a diferencia de ti no escogí ser esto a voluntad –Contesto el muchacho de ojos celeste. Travis sonrió de manera sádica y enseguida chasqueo los dedos por refuerzos, Zan de pronto se vio rodeado por individuos vestidos con túnicas negras, eran los mimos que habían ayudado con anterioridad a Travis con su cometido satánico. —Déjame presentarte a mis “subordinados” –Dijo él señalando a los encapuchados —Ahora que me convertido en un demonio autentico, puedo tener mis propios secuaces y te advierto que ellos también han adquirido fuerza demoniaca gracias a mi, ¡ahora mis súbditos atrápenlo!. Cada uno de ellos hizo caso a la palabra de su “amo” y todos juntos sostuvieron a Zan a la fuerza mientras Travis reía desenfundando una daga con la cual tenía en mente usarla. —Que lastima Zan, me hubiese agradado charlar un rato más contigo como en los viejos tiempos, después de matarte me iré lejos de aquí, hoy iba a ser mi último día como humano en respeto a todo los buenos momentos que vivimos juntos, pero no te sientas mal por mí, ¿de acuerdo? –Le dijo el endemoniado chico con un tono arrogante y una falsa sonrisa. —Je, ¿sentirme mal por un psicópata de secundaria? –Opino Zan de manera satírica. De su cuerpo el muchacho comenzó a emanar su propia energía mágica, Travis sentía la presencia sobrenatural de su mejor amigo quien enseguida vio ante sus ojos como él invoco llamas azules en todo su cuerpo que alcanzaron a todos sus subordinados que le tenían sujeto, cada uno de ellos era consumido por el fuego azul. —“Llamas azules” –Nombraba Travis pasmado ante lo presenciado. Unas de las características del don “llamas del purgatorio” consistían en que cuanto más malvado sea el individuo hostil que entre en contacto con las llamas más daño recibiría de estas. —Me lo habían mencionado… así que esto es un Vanish –Decía Travis en sus pensamientos. Enseguida sin inmutarse emocionalmente ante la pérdida de sus secuaces, comenzó a dar carcajadas desquiciadas. — ¡Ahora entiendo como volviste a la vida!, jamás se me ocurriría que mi mejor amigo… se convirtiera en un Vanish, si el destino tuviera nombre se llamaría “ironía”. Entre sus palabras Travis ceso sus risas un momento y de pasos rápido apuñalo a Zan en el pecho para después reírse nuevamente con arrogancia. —Travis -Susurro Zan escurriendo sangre de su boca — ¡ERES TREMENDO ESTUPIDO! En su exclamo de rabia el chico Vanish propina un derechazo a Travis en la cara cargado de llamas azules, su demoniaco amigo intenta evadirlo sin éxito recibiendo de lleno el golpe en el brazo izquierdo el cual es alcanzado enseguida por el fuego mágico que lo envolvía. Travis gritaba agonizando del dolor que experimentaba mientras su brazo era devorado cada vez más por las ardientes llamas mágicas, corrió despavorido ante la horrible sensación saltando de la azotea y lanzándose hacia abajo, Zan se acerco al borde y al mirar hacia abajo para verificar como estaba, solo encontró en el suelo el brazo en plena incineración de su amigo, pero al voltear su cabeza unos metros arriba lo vio, a él huyendo herido manco tras haber sacrificado su miembro izquierdo con el fin de sobrevivir, pese a su derrota mantenía esa sonrisa orgullosa suya. —Adiós Travis. Al culminar su reencuentro con el demonio se retiro de allí, recogió sus útiles y se fue aun con las siguiente horas de clases pendientes, en la salida se encontró con Izis quien lo esperaba en su auto convertible color azul. — ¿No es muy temprano para retirarse de clases? –Le pregunto él mago. — No me siento con ánimos por hoy –Le contesto él chico. — ¿Entonces te encontraste con él?. —Sí, creo que el Travis que conocí se fue para siempre. —Y también me temo que de seguro volverá, le diste una razón. ¿Venganza o orgullo psicótico?, hasta Zan desconocía por completo lo que Travis tenía en mente, pero sabía que volverían a encontrarse con él nuevamente, solo era cuestión de tiempo. —Ya que tienes tiempo libre, hay algo que quiero enseñarte –Le dijo Izis. El chico siguió al hombre subiendo a su auto, quien termino llevando al Vanish hasta su local de comida llamado “El Churro Mágico”. —En serio creo que deberías cambiarle el nombre –Opino Zan con cierta vergüenza ajena sobre el nombre de su negocio. — ¿Por qué?, a muchos le gustan los churros –Contesto el mago amante de los churros comiendo uno que tenía a mano. En su negocios servían distintos platillos todos ellos con el tema principal el churro; desde acaramelados, rellenados, cubierto de chispas de chocolate, ect y aunque pareciera un manjar extraño era del gusto de muchos clientes que venían allí a comprarlo. Zan en compañía del dueño del lugar, sigue al mago hasta cruzarse con sus tres empleados a cargo; Lara, Giber y Rodrigo, todos ellos vistiendo el delantal blanco con el logo del negocio quienes saludan respetuosamente a su jefe mientras se ocupaban de la clientela. Izis llevo al joven Vanish hasta un oscuro sótano de su local, al encender la luz allí se encontró con montones de cajas de madera que guardaban muchos objetos sin usar en mucho tiempo, el mago se acerco a una estantería llena de polvo y recogiendo un sucio y viejo libro le soplo quitándole la mugre de encima revelando el titulo de la obra que ponía “Edipo Rey”, lo abrió pasando varias pagina hasta detenerse en una y sacar de ella un cristal azul con forma de rombo. —Aquí esta –Dijo Izis enseñándole el cristal a Zan. — ¿Y para qué es esto? –Pregunto el chico. Izis sonrió y abriendo la mano con la que tenia al cristal embistió con fuerza el pecho del muchacho con la palma con el rombo azul incluido. —¿¡Porque hizo eso!?, ¡me dolió bastante! –Exclamo Zan molesto. —Observa –Señalo el mago en el pecho del chico. El cristal se había pegado en el muchacho como si nada y enseguida este se introduce en el cuerpo del joven Vanish como si fuera transparente. — ¡Aaah se metió en mi, quítamelo! –Dijo inquieto sacudiéndose el pecho en vano intento por sacarlo. — ¡Calma Zan, nada malo te va a pasar!. Izis le explico que era el procediendo para introducir el “cristal Hyperion” en un nuevo dueño, a lo que el muchacho se pregunto qué era ese tal objeto mencionado, el mago pronto detallo en breve que el rombo de cristal no era ordinario, sino un objeto mágico que le brindaría el medio necesario para defenderse en futuras peligros. Izis luego le dijo al chico que colocase la palma de cualquier mano en su pecho, el muchacho sin objeción lo hizo y el cristal reapareció pegado a la piel del joven Vanish mientras este emitía un brillo desde adentro causado por una diminuta partícula de luz azulado, enseguida del cristal emergen piezas metálicas que rodean a Zan y se pegan a él formando una reluciente armadura rojo oscuro que recubre todo su cuerpo de pie a cabeza con el rombo de cristal en el centro, tanto sus hombros como manoplas presentaban pequeños pinchos filosos presentes también en las piernas. —Zan, te presento a la armadura Hyperion –Dijo el mago dando a conocer el nombre de tal artefacto. Una armadura mágica que decide su portadora y esta había aceptado a Zan, tanto el chico como la Hyperion se habían hecho uno solo, pese a la armadura se veía pesada su cuerpo lo sentía tan ligero. —Es increíble, por cierto señor Izis… ¿cómo hago para quitármelo? –Pregunto el joven Vanish. Le enseño que poniendo una mano sobre el cristal desaparece la armadura y se oculta el rombo en su interior, aunque también era posible hacerlo con la mente. —Agradezco todo lo que hace por mi señor Izis, ¿pero… porque hace esto?, ¿por qué incluso entregarme un objeto tan valioso como este? –Pregunto el muchacho. —Tonto, ¿no me dijo tu padre que en su ausencia te ayudara en lo posible? –Le contesto él. —Sí pero, no creo que involucrara asuntos con demonios. El mago emite una pequeña risa y comenta en sus pensamientos “Te sorprendería lo mucho que puede decir en tan solo pocas frases”. Mientras a lo lejos en un callejón, con el sol ocultándose se hallaba Travis herido con un brazo menos y sentado sobre la pared jadeando del cansancio. —Maldición no lo vi venir… ese infeliz se convirtió en un Vanish, jeje todo suena tan cómico, ¡dios pero que frustrante es esto!. Furioso tras su derrota propina un puñetazo a la pared a la cual deja agrietada. —Que patético es ver que el “nuevo” sea apaleado tan pronto e incluso te dejaron con un brazo menos, en verdad es lamentable –Dijo una voz resonando en el callejo en donde estaba Travis. —Miserable, ¿quién eres? –Pregunto él molesto. Mostrándose se revela como un hombre adulto de barba y orejas perforadas, pero en su interior comprendía un ente mágico de procedencia demoniaca que su misma aura denotaba. — ¿Entonces el amo lo sabe? –Pregunto Travis. —No solo él, sino también todos lo que están a su servicio –Contesto el hombre con los brazos cruzados. —El es mío, no se metan en mis asuntos. —Corrección; él es ahora nuestro y ya es un asunto de todos. Continuará… CAPITULO 5 PRESAGIO DEMONIACO
Spoiler:
La despedida momentánea entre dos viejos amigos, ahora enemigos decididos a vencer o matar al otro. Por otro lado Zan recibe por parte de Izis Kern la armadura mágica Hyperion con instrucciones cuya finalidad le servirán para defenderse de futuros problemas…
Había transcurrido cinco días desde el encuentro con Travis, hasta la fecha Zan no ha recibido ataque alguno por parte de demonios o algún demi, vistiendo su habitual uniforme escolar con camino a la escuela cuando es detenido por un joven de delantal blanco con el logo de un caramelo animado sonriente y con una inscripción en ella que ponía “Candy Hell”, dicho muchacho amablemente le ofrecía a Zan muestras gratis de exóticos dulces color negro. — ¡Son nuestra más reciente creación y para promocionarlo no hay nada mejor que las muestras gratis para el consumidor! –Decía el joven vendedor ofreciendo gratis su mercancía. El chico Vanish de buena gana acepta y toma un dulce saboreándolo, lo encuentra con un sabor cálido y reconfortante, elogiando la muestra del vendedor. —Sabe muy bien. —Oh me alegro que le guste joven, por mi parte no hay mejor ultimo sabor antes de morir que el dulce. Las últimas palabras del vendedor hicieron que rápidamente el muchacho sospechara de él y se pusiera en guardia, fue en ese preciso instante que aquel que ofrecía muestras gratis relució su verdadero ser, de su cabeza sobresalieron un par de cuernos, seguido de unos colmillos, una cola puntiaguda negra y los dedos de sus manos se alargaron convirtiéndose en afiladas garras con la cual ataco al muchacho bajo el grito de “¡Ahora muere!”. Zan toco su pecho con rapidez y su cuerpo completo es recubierto al instante por la armadura Hyperion, de su mano derecha invoca una espada un arma auxiliar del mágico artefacto el cual blande con experiencia contraatacando al demonio y rechazando su ofensiva con un preciso y profundo corte en el abdomen que lo hace retroceder. —Qué bueno que no desperdicies estos días de tranquilidad -Dijo el Vanish en sus pensamientos. En leves segundos por su mente transcurren fragmentos de recuerdos relacionados con días previos, en donde Izis envainaba su estoque y luchaba contra Zan a modo de entrenamiento mientras explicaba al muchacho otras características de la armadura. —“La armadura tiene la capacidad de darle a su portador una espada con la cual defenderse, solo tienes que pensar en ella y llamarlo” –Explicaba el mago —“Durante los próximos días, te entrenare en el arte de la espada para que puedas usar el arma estándar del Hyperion, será vital que aprendas pues tengo la corazonada que no será lo último que sepas de demonios”. La corazonada del mago acertó, los demonios nuevamente acechaban al muchacho pero ahora él estaba preparado. —Esa armadura no es ordinario… al igual que la espada… como se esperaba de un Vanish, lleno de sorpresas –Murmuraba en voz alta el demonio con una intensa hemorragia. Mientras detenía el sangrado con su mano, el diabólico ser reía maliciosamente advirtiéndole al muchacho de futuras amenazas que pronto recaerían sobre él. —Has sido “marcado” muchacho, incluso un Vanish no es rival para el amo Lecius, puede que no tenga la fuerza suficiente para vencerte, pero otros lo harán y la marca que llevas en tu interior servirá para guiarlos hacia ti y todo por tragar el caramelo que has aceptado de este demonio. Zan pensó que se trataba de veneno, por su mente rápidamente vino la principal idea de expulsar aquel dulce induciéndose al vomito cuando aquel demonio termino su oración. —No tienes que preocuparte ya que no es veneno lo que reside en el dulce, mi amo no desea terminar esto de manera tan rápida y según él “cobarde”, pero aun así no serias capaz de “expulsar” lo ya digerido pues este se ha disipado por todo su cuerpo mezclándose con tu energía mágica, sabrás de nosotros muy pronto Vanish… sabrás de los súbditos de Lecius. El demonio tras comunicar su mensaje se retiro herido dejando al muchacho en paz, por el momento. Dada la situación tuvo de mala gana que regresar y no asistir hoy a clases, fue en busca de Izis para averiguar sobre el caramelo que trago y fue entonces que llegando al local pregunto a los empleados por él. —No esperaba verte tan pronto, volviste a faltar a clases, ¿qué ocurrió esta vez? –Dijo Izis apareciéndose a espaldas del chico. Llevaron su charla a un lugar más privado, a la oficina del dueño que era el mismo mago, allí en Zan explico lo ocurrido. — ¿Un caramelo? –Dijo con la duda el mago amante de los churros. —Sí, pero según ese demonio no es veneno –Contesto el chico Vanish. Izis comenzó su “investigación”, mientras Zan se encontraba sentado en un banquillo con el torso desnudo y mirando al frente, el mago comenzó a verlo en diferentes enfoques como si lo examinara, acerco un momento su vista mientras lo observaba en la espalda y después coloco su mano sobre el omoplato del chico para acto seguido invocar una porción de su poder mágico a modo de una leve aura mágica que concentro en la palma con la que lo tocaba, siguió con este procedimiento que duro unos segundos y después se detuvo diciéndole a Zan que podía vestirse. — ¿Y bien de que se trata? –Pregunto el joven Vanish. —No soy un experto en este tipo de asuntos, pero puedo deducir que lo que te dijo aquel demonio es cierto, el dulce que comiste no posee ningún veneno mágico ni nada por el estilo –Explico Izis. — ¿Entonces qué es lo que tengo? —A eso voy, mediante mi análisis detecte en tu energía mágica cierta “anomalía” provocado por lo que creo que es un “residuo mágico” desconocido. —No lo entiendo. —Este residuo que se encuentra en el flujo de tu energía mágica interno es como una especie de sello mágico y actúa como un GPS. —Momento… ¿dice que tengo como un rastreador en mi cuerpo?. —Lo más probable, dijiste que ese demonio te hablo acerca de estar “marcado” y veo fuertes posibilidades que se refiriera a este medio de auto-localización, por lo que creo incluso podrían hasta estar oyendo todo lo que decimos en este momento. El muchacho ante la alarmante verdad comenzó a preocuparse, si lo que dijo es cierto, tanto Izis como Zan sabían ahora que el tal “Lecius” el presunto maestro de estos seres tenía los ojos puesto en el Vanish. — ¿¡Hay forma de deshacerse de ese residuo en mi cuerpo!? –Pregunto Zan. —Lo hay pero… como no es mi fuerte las técnicas para deshacer sellos o maldiciones, demoraría cerca de un día en lograrlo y por lo que veo, ese sello tampoco es tan prolongado, deduzco que por lo débil que tiene una escaza duración de dos días o quizás tres –Argumento Izis. — ¿Q-que es lo que hare ahora?, se que me entrenaste para defenderme de cosas así, pero… tengo el presentimiento de que lo que está a punto de suceder, será más de lo pueda manejar. —Tienes razón, ese tal Lecius debe ser un demonio muy fuerte. El mago se torno pensativo unos momentos y enseguida se le ocurrió una solución. —Supongo que tendré que llamarla –Dijo él en voz alta. — ¿Llamar a quien? –Pregunto el chico. —Ya lo sabrás, por ahora vete a tu casa y no te muevas de allí hasta avisarte, por si surge algo urgente llámame enseguida. Zan hizo caso a sus palabras y se dirigió a su casa quedándose allí casi el resto del día, aun con la televisión u otros medios para matar el rato no podía quitarse esa intranquilidad que sentía, solo por el hecho de estar siendo acechado por fuerzas demoniacas, percibía una sensación que desde el fondo enervaba su calma. La noche finalmente cayó y mientras el muchacho aun despierto se encontraba esperando la llamada del mago, sin saberlo a su alrededor un grupo enumerado de personas se acercaban rodeando su casa, todos eran dirigidos por un enigmático hombre barbudo con orejas perforadas situado en lo alto de una casa observando fijamente el hogar de Zan, aquel individuo era por evidencia un demonio dirigiendo a un pequeño ejército de los suyos bajo una orden. —Capturar al Vanish, ¿eh? –Dijo en voz baja Mientras tanto Izis aun en su local de churros se encontraba llamando en un teléfono fijo personal hasta que una mujer le contesta. — ¡Hasta que finalmente decides contestar!, ¡estuve casi todo el día llamándote! –Le dijo el mago molesto. —Cuando la servidumbre me dijo de quien se trataba en las llamadas, me costaba creer que era cierto, ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos –Dijo la mujer al teléfono. —Sí, si lo que digas, me temo que no hay tiempo para ponernos al tanto, surgió algo importante, necesito tu ayuda con cierto asunto. —Oh… ¿qué asunto importante podría tratarse que el “gran” Izis necesite para pedir ayuda a una vieja compañera?. —Estoy seguro de que te interesara, además me debes un favor, ¿lo recuerdas?. —Jajaja tan directo como siempre eh pequeño amante de los churros, bien… te escucho. Mientras Izis contacta con una vieja amiga, Zan se encuentra al borde de un mal presagio demoniaco… Continuara… ![]() |
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CAPITULO 6 LOS DEMONIOS CONTRAATACAN
Spoiler:
En el manto de la noche, un demonio disfrazado de hombre con su larga barba y orejas perforadas dirigía un pequeño ejército cercano a cientos de demonios quienes rodeaban la casa de Zan.
—Recuerden, el Vanish debe ser llevado vivo, pueden golpearlo, cortarlo, morderlo o destrozarlo todo lo que quieran pero más les vale que siga respirando o el amo Lecius se encargara de ustedes –Ordeno con frialdad el demonio de barba. Acatando la orden se acercaron poco a poco a la casa del muchacho, hasta que uno de ellos riendo con confianza da el primer paso para abrirse entre las paredes cuando de repente choca contra un muro invisible que lo expulsa violentamente empujándolo hacia atrás con una fuerza abrumadora. — ¿Eh, que paso? –Se pregunto el demonio de barba con sorpresa. Tomo una piedra del suelo a la cual le cargo parte de su energía mágica y acto seguido la lanzo a la casa del Vanish, vio entonces como la piedra fue detenido también por aquel muro invisible y rechazado hacia atrás con la misma fuerza anterior. —Ahora entiendo, una barrera hecha para demonios. Fue la deducción del demoniaco líder, en un intervalo de segundo después de rechazar una segunda intervención la enigmática fuerza que protegía la casa de Zan muestra una marca entre sus invisibles paredes en forma de domo denotando en el centro la imagen de un churro que caracterizaba al creador de dicha barrera. —Tsk… que mal chiste, ¡no se queden ahí parados, ataquen con todo y destruyan esta barrera!. Los demonios sonriendo malévolamente exclaman con devoción la orden mientras se liberan de su falso cuerpo humano para revelar sus autenticas identidades, armados con sus garras y armas complementadas de sus poderes comenzaron a atacar diestra y siniestra la barrera sin piedad, lo que llevo al muchacho finalmente darse cuenta del ruido y comprobar que estaba bajo ataque. —Están aquí pero no pueden pasar, ¿cuándo fue que puso esa barrera en mi casa? –Se pregunto el chico en su mente. La barrera lo protegía pero tenía un defecto, mientras estuviese activa por los continuos ataques no podría pasar sobre ella, lo que significa que no podía salir. —Tengo que llamar a Izis –Dijo dirigiéndose por su celular. Tan pronto lo recogió marco el número y lo llamo. —Así que finalmente llegaron y sí que son varios –Dijo el mago al contestar la llamada. — ¿Cómo es que lo sabes? –Pregunto Zan. —Por la barrera por supuesto, además de proteger tu casa puede notificarme cuando es atacada y por quienes, justo a tiempo, logre contratar con mi contacto, estará muy pronto allí, aguarda de momento mientras tanto voy para allá. Tras la llamada, a Zan solo le quedaba resistir el asedio demoniaco mientras esperaba la llegada del mago y su supuesto contacto, el chico Vanish observaba en una ventana como la barrera que le protegía resistía a todo daño perpetrado por los demonios, confiando de momento en que estaría a salvo hasta entonces. — ¡A un lado inútiles! –Ordeno el demonio líder de barba a los suyos deteniéndolos —Tsk… esto pasa por dejarme a cargo de demonios de bajo nivel. Los hizo a un lado y enseguida el mismo paso a dejar su lado demoniaco al descubierto, su cuerpo crecía tiñéndose de negro hasta medir casi dos metros, su piel parecía tener el aspecto de roca y sus ojos se volvieron rojo e intensos, sus músculos se agrandaron haciéndose notar junto al resto de sus características básicas de demonio como su cola puntiaguda y cuernos, sobre su espalda tenía una marca con la forma de un numero romano el “IV”. Estiro sus brazos haciéndose sus venas notarse de manera excesiva y con uno de ellos dio un fuerte derechazo a la barrera cuyo golpe hizo resonar todo el muro invisible, segundos después del impacto de su puño una grieta se manifiesta en dicha barrera que comienza a extenderse hasta alcanzar grandes magnitudes y culminar con su destrucción. Zan había quedado perplejo al ver como el único medio que le protegía había caído dejándolo expuestos a los demi, el demoniaco líder ordeno a algunos de sus inferiores subalternos atacar quienes avanzan como salvajes tirando puerta y ventanas a su paso para invadir la morada del joven Vanish, pero Zan equipado con la armadura Hyperion y armado con su espada da manifestó de su don derrotándolos con facilidad, luego baja hasta mostrarse cara a cara con el que los dirigía. —Tú eres su líder, ¿no? –Pregunto el muchacho. —Y tú la razón del porque estamos aquí, nuestro amo tiene asuntos contigo –Le contesto el demonio de barba. —Miserables, invaden mi hogar, la dejan hecha un desastre y hablas como si quisieran salirse con la suya. —Para ser un niño y hablarme de esa manera sin miedo, eso es tener agallas, pero esto es apenas el calentamiento, ¡ahora sí que me podre quitar el aburrimiento! –Dijo el demonio chocando sus puños con fuerza como gesto de intimidación. —Acabe con la mayor parte de los tuyos, no caeré fácil. —Je, ¿hablas de esos demonios de bajo nivel?, apenas son del rango “I” y “II”, no compares a la basura conmigo. El muchacho adopta una posición de guardia, su oponente de la barba estira su brazo derecho preparándose a su modo, el chico tenía en mente hacer al primer movimiento pero antes de que pudiera moverse, de un paso rápido aquel ser se le aparece tan de cerca que recibe su puñetazo en la quijada mandándolo varios metros hacia arriba. — ¿Cuándo fue que…? Su pregunta es incompleta cuando su demoniaco oponente vuelve a aparecer justo arriba suyo con otro de sus fuertes golpe llevándolo directo hacia abajo de una fuerza y velocidad cuyo impacto deja un pequeño hueco marcado en el suelo, gracias a la protección de la armadura el muchacho se pone en pie aunque algo atontado pero recuperándose con rapidez. —Es muy rápido además de fuerte –Pensó Zan de su rival. —Pensé que tendría una pelea emocionante tratándose de un Vanish, pero mi decepción era algo que había previsto, no podría llamar esto ni siquiera una pelea, por mas Vanish que seas al final de cuenta eres un niño –Comentaba el demonio con los brazos cruzados. En su siguiente movimiento, el barbudo ser iba carga con un puñetazo concentrado con una cantidad de su poder mágico pero es repelido por el “niño” quien blandiendo su espada invoca llamas azules a modo de una pequeña cortina ígnea en frente suyo que lo obliga a detenerse. —Llamas de color azul, ¿así que esta es la famosa habilidad llamas del purgatorio? –Dijo aquel demonio mostrando una pequeña mueca de regocijo —Supongo que ahora puedo llamar esto una pelea. Otro grupo conformado por casi un centenar de demonios llega al lugar para respaldar a su diabólico líder de barba. — ¡Estamos a sus órdenes, jefe! –Dijo uno de ellos. —No pedí refuerzos, pero que mas da con tal de terminar esto rápido –Opino él. Ahora más de cien entes demoniacos rodeaban al chico, entre el de barba y los numerosos demonios de bajo nivel, la situación comenzaba a salirse de su control. —Son demasiados, a este paso voy a terminar… Nuevamente su frase no es completada con el suceder de algo repentino e inesperado ante sus ojos, puntas de flechas más grande que las normales hechos de energía mágica aparecen en montón impactando entre la multitud de demonios, la explosión causando entre sus impactos vencen a más de la mitad del pequeño ejército. — ¿Quién eres? –Dijo el barbudo líder demi mirando a la dirección de donde procedía dichos ataques. —Siento interrumpir pero, ese chico esta bajo mi responsabilidad –Contesto el causante de tales ataques siendo Izis. El mago aparece en el momento ideal con su estoque a mano, su arma impregnada con su magia era capaz atacar a distancia lanzando desde la punta del arma, ataques concentrados de energía mágica. —Con que un mago –Decía el demonio todo confiado. El líder centro su atención en Izis y moviéndose rápido reaparece justo frente del mago propinando su derechazo cargado de su fuerza y poderes mágico demoniaco, sintió haberlo golpeado pero a lo que realmente le dio fue al frio acero del arma del hombre. —Logro detener mi ataque con solo usar esa pequeña y delgada espada –Dijo el demonio de barba sorprendido. —Deberías prestar más atención a tu alrededor –Le sugirió el mago. Entonces noto que su otro brazo le faltaba la mitad, había sido cortado recientemente y yaciendo en el suelo, sin siquiera haberse dado cuenta hasta ahora, el demonio tomo distancia tras percibir el potencial de su rival. —Este tipo… esta a otro nivel –Pensó el demi. —No es por alardear pero un demonio del tipo “Sin” rango 4, no es nada que haya enfrentado antes, si fuera tú me retiraría antes de perder más que solo un brazo. —No… sería una vergüenza darme por vencido –Decía el líder demoniaco en su mente. Al darse vuelta para dar la siguiente orden a sus seguidores, volteo solo para ver que el resto de aquel pequeño ejército que dirigía había sido aniquilado, no por el joven Vanish sino por una mujer de largo cabello sedoso marrón oscuro y ojos color castaño, usaba un vestido rojo con un sombrero puntiagudo negro similar a las brujas del folclore tradicional. —Me imagino que ahora te pensaras mejor la idea de rendirte, ¿eh, encanto? –Dijo la mujer guiñándole un ojo. ¿El contacto de Izis hace su aparición?. Continuará… NOTAS FINALES:
1: [Los demonios y los números romanos]: Los demonios se clasifican en clases (como una jerarquía) y la clase más baja de los demonios (y primera de dicha raza) se denomina “Sin” (palabra en ingles traducido al español como “Pecado”), cada demonio “Sin” lleva en su cuerpo marcado como rango (determinando su nivel) un numero romano (siendo el más bajo “I” hasta el más alto “VII”), el resto de las clases se dictaran más adelante. ![]() |
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Vaya, gracias oper los capis nuevos, jeje ya era hora, jjaja te viudas
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